La fotografía de preboda se ha convertido en una tradición cada vez más popular entre las parejas que se casan en España. Más allá de las modas, esta sesión tiene un valor especial: permite disfrutar de un momento íntimo y relajado antes del gran día, crear recuerdos únicos y, sobre todo, ganar confianza con el fotógrafo que os acompañará en la boda.
Si estáis empezando a organizar vuestro enlace y os preguntáis si merece la pena hacerla, en este artículo descubriréis qué es exactamente una sesión de preboda, qué beneficios tiene y cómo aprovecharla al máximo.
Qué es una sesión de preboda
Una sesión de preboda es una sesión fotográfica que se realiza unas semanas o meses antes de la boda. Generalmente, se lleva a cabo en un entorno que os resulte especial o que refleje vuestra personalidad: un parque, una playa, una ciudad que os guste o incluso vuestra propia casa.
A diferencia de las fotos del día de la boda, la preboda no tiene guion ni horarios. Se trata de un momento distendido, sin el estrés ni las prisas del gran día. El objetivo no es solo conseguir imágenes bonitas, sino capturar la conexión entre vosotros y reflejar vuestra historia como pareja.
Muchos fotógrafos incluyen esta sesión dentro de sus paquetes de boda, mientras que otros la ofrecen como servicio adicional. En ambos casos, suele durar entre una y dos horas y permite obtener una galería de fotografías naturales, románticas y personales.
Por qué hacer una sesión de preboda
Hay muchas razones por las que una sesión de preboda puede ser una gran idea. Más allá del resultado visual, es una experiencia que os ayudará a llegar al día de la boda más tranquilos y preparados.
1. Para ganar confianza ante la cámara
Una de las mayores ventajas es la oportunidad de familiarizaros con el fotógrafo y con su forma de trabajar. No todas las parejas se sienten cómodas al principio posando o siendo observadas, y la preboda sirve precisamente para perder el miedo y ganar naturalidad.
Durante la sesión, descubriréis qué poses os favorecen, cómo moveros y cómo relajaros frente al objetivo. Así, el día de la boda todo fluirá de forma más natural y las fotos serán más espontáneas.
2. Para crear un vínculo con el fotógrafo
La preboda también es una ocasión perfecta para fortalecer la relación con el profesional que os acompañará en vuestro gran día. Pasar ese rato juntos permite que haya confianza y complicidad, dos ingredientes esenciales para que las fotos transmitan autenticidad.
Cuando hablamos sobre cómo elegir el fotógrafo para tu boda ya explicamos por qué la conexión personal con el fotógrafo es tan importante. En la preboda podréis comprobar si su estilo y su manera de trabajar encajan con vosotros.
3. Para tener fotos diferentes y personales
Las fotos de la boda estarán llenas de emoción, pero la preboda os permite mostrar una faceta distinta: vuestra vida cotidiana, vuestras aficiones o el entorno donde os sentís más cómodos. Son imágenes más íntimas, naturales y reflejan vuestra personalidad de pareja sin formalidades.
Podéis elegir un lugar con significado —el sitio donde os conocisteis, donde os disteis el primer beso o donde soléis pasear— o simplemente un entorno bonito que os inspire. Lo importante es que os sintáis vosotros mismos.
4. Para utilizar las fotos en la boda
Las imágenes de la preboda tienen muchas utilidades prácticas. Podéis usarlas en las invitaciones, en la decoración del banquete, en la web de la boda o incluso proyectarlas durante la celebración. Además, son un bonito recuerdo que complementa el reportaje principal.
Algunas parejas las aprovechan también para crear un álbum de firmas o para regalar copias a familiares y amigos.
5. Para disfrutar de un momento en pareja
En medio de los preparativos, la preboda es un respiro. Una excusa perfecta para desconectar de la organización y pasar un rato juntos, sin estrés ni responsabilidades. Muchas parejas recuerdan esta sesión como uno de los momentos más bonitos de la etapa previa a la boda.
Cómo preparar una sesión de preboda
Aunque la idea es que la sesión sea espontánea, hay algunos detalles que conviene planificar para que todo salga perfecto.
Elegid un lugar significativo. Puede ser vuestro rincón favorito, un entorno natural o una ciudad que os inspire.
Elegid bien la hora. La luz del amanecer o del atardecer es la más favorecedora para este tipo de fotos.
Cuidad el vestuario. No hace falta ir vestidos de gala, pero sí conviene coordinar los colores y evitar estampados muy llamativos.
Sed naturales. No se trata de posar, sino de disfrutar del momento. Caminad, reíd, hablad entre vosotros y dejad que el fotógrafo capture la complicidad.
Vuestro fotógrafo os ayudará a sentiros cómodos y a encontrar el ritmo de la sesión. Recordad que no hay reglas fijas: lo importante es que las imágenes reflejen quiénes sois.
Cuánto cuesta una sesión de preboda
El precio de una sesión de preboda en España suele oscilar entre 150 y 400 euros, dependiendo del fotógrafo y de la duración de la sesión. En muchos casos, si contratáis el reportaje completo de boda, la preboda se incluye dentro del paquete o se ofrece con un descuento especial.
El coste puede variar también en función del desplazamiento o si queréis realizar la sesión en varios lugares. Lo ideal es preguntar al fotógrafo desde el principio para saber si está incluida o si tiene un precio independiente, aunque en nuestro propio blog también podéis averiguar cuánto cuesta un fotógrafo de bodas en España.
Cuándo hacer la sesión
No hay una fecha exacta, pero lo recomendable es realizar la sesión de preboda entre uno y tres meses antes de la boda. Así tendréis tiempo de sobra para recibir las fotos y, si lo deseáis, utilizarlas en los preparativos o en la decoración.
Si la boda es en verano, podéis aprovechar la primavera o el inicio del buen tiempo para obtener una luz más suave. Y si os casáis en otoño o invierno, las localizaciones naturales ofrecen colores espectaculares que dan mucho juego en las fotografías.
Qué tipo de fotos se consiguen
La preboda permite capturar momentos de complicidad y ternura que a veces no se dan durante la boda, cuando el ritmo del día es más rápido. Son imágenes más relajadas y personales, que muestran vuestra conexión de forma auténtica.
En la mayoría de las sesiones, el fotógrafo busca un equilibrio entre retratos naturales, fotos de detalle y escenas más creativas. El resultado es un reportaje íntimo y romántico que complementa perfectamente las fotografías del gran día.
Conclusión
La fotografía de preboda no es un simple añadido, sino una oportunidad para vivir una experiencia única antes de la boda. Os ayuda a perder la timidez ante la cámara, a conocer mejor a vuestro fotógrafo y a disfrutar de un recuerdo precioso que habla de vosotros tal y como sois.
No se trata solo de preparar el reportaje de boda, sino de celebrar vuestra historia de amor antes de que llegue el gran momento. Y cuando miréis esas fotos, no solo recordaréis un día bonito, sino el inicio de una nueva etapa juntos.
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Staff
Creemos que una boda merece ser recordada con imágenes que cuenten una historia real y emocionante. Por eso, en nuestros artículos compartimos inspiración, consejos y tendencias del mundo de la fotografía nupcial, para ayudarte a encontrar al fotógrafo ideal y lograr que cada instante de tu gran día quede capturado de forma única y memorable.
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